miércoles, 29 de julio de 2015

World Listening Day 2015 - H2O. Barcelona

El pasado 18 de julio celebramos el WLD2015 en Barcelona, este año dedicado al agua, con una serie de actividades centralizadas en el Centre Cívic Convent de Sant Agustí. Yo lo viví de primera mano -hube de mojarme-, pues me tocó participar en su coorganización. Eso sí, sus principales cabezas y manos fueron las de Pedro Montesinos, Ilaria Sartori -quien está en el origen de la primera celebración del WLD en Barcelona (concretamente en la Barceloneta) mediante el proyecto de Barceloneta Sonora- y Silvia como representante del Convent.

El primer encuentro se produjo a las nueve de la mañana entre las fuentes gemelas de Pl. Catalunya. Allí me esperaba Pedro y pronto llegaron Montse Rodríguez (nyx10110), Miquel y Gerard Llop, que ya estuvo con nosotros en el paseo sonoro en Manlleu. Tras una primera charla de presentación de cada uno de nosotros y de cómo nos habíamos encontrado con el WLD, pronto salió a la palestra el nombre de Murray Schafer -de quien de algún modo estábamos celebrando su aniversario- y su obra, que introdujo Pedro.
En el lugar en el que estábamos cabía observar -léase escuchar- el paisaje sonoro de baja fidelidad debido sobre todo al tráfico típico de los entornos urbanos, y especialmente del centro de una ciudad como Barcelona. Pronto fue motivo de comentario el papel del agua en este entorno, que concluímos que la aparente limpieza que produce a través del ruído blanco -producido por las fuentes- no es más que algo que acaba de ensuciar la acústica del ambiente.

En la grabación que hice desde el centro de la plaza, sobre el fondo sonoro del tráfico -sonido tónico- se oyen algunos paseantes y otros especímenes peculiares del hábitat urbano antes de que las fuentes empiecen a funcionar mientras suenan las campanas que dan las 10 de la mañana; una marca sonora introducida por otra, en términos del citado Murray Schafer. Cabe notar que desde el momento en que suenan las fuentes, se pueden oír especialmente dos sonidos: por un lado el ruído blanco del agua a chorro de las fuentes, y por otro lado una banda de frecuencias concentrada en la zona baja del espectro que son los graves el tráfico tan característicos de la modernidad post-industrial.
La diferencia entre el antes del funcionamiento de las fuentes y el después también se hace patente en el espectrograma.
Una vez acabamos las distintas grabaciones -incluída alguna con hidrófono-, nos fuimos hacia el Convent, donde a las 10:30 el maestro José Manuel Berenguer impartiría una charla sobre acústica subacuática.
Una vez allí nos encontramos con una cantidad de gente nada habitual en nuestros encuentros anteriores. Además de las presencias con experiencia de Marc Neurón y Blanca Rego, quienes tendrán papeles relevantes por la tarde, están las ya mencionadas Silvia, Ilaria, José Manuel y otras personas atraídas por las actividades del día.

En la charla-masterclass en acústica subacuática, José Manuel Berenguer nos habló de cómo percibimos dentro del agua y realizó diversas descripciones de como fluye el sonido dentro del agua según diversos factores como profundidad, temperatura o presión, para acabar comparando las potencias sonoras subacuáticas con las que se producen en el aire. Esto, de manera muy resumida.
Tras un pequeño descanso, nos dividimos en tres grupos. Unos -Pedro, Marc etc.- se quedaron preparando la sala de escucha y saldrían más tarde. Por otra parte, Ilaria guió un paseo sonoro por la Barceloneta. Yo guié un ...

Paseo sonoro por algunas fuentes del entorno del Parc de la Ciutadella y del Barri Gòtic.


En el Parc de la Ciutadella nos acercamos a la Gran Cascada, donde realicé una primera grabación aproximándome y alejándome dentro del espacio sonoro producido por los chorros de agua.
Es un tanto apurada, pero sirve como muestra de cómo el ruído blando constituye el núcleo o fundamento del espacio sonoro de este tipo de fuentes, como ya se producía en Pl. Catalunya. A continuación grabé desde cerca el ruido blanco producido, tanto por uno de los chorros de agua como -en menor medida- por las caídas de agua.
Se puede apreciar ligeramente el canto de algunos gorriones de fondo. Después, antes de marcharnos, nos detuvimos en una pequeña fuente para beber que hay al lado de las cascadas, cuyo ruído blanco de fondo contrasta con los graves tan nítidos que produce el agua que cae en este tipo de fuentes. También grabé aproximándome y alejándome a la fuente.
Al salir del parque, en su lateral nos paramos a escuchar el agua que cae por el borde de la escultura que Antoni Tàpies dedicó a Picasso en el paseo del nombre de éste.

Como la escultura moderna, más terrenal, alejada de las monumentales construcciones de fuentes y otras creaciones de los siglos pasados, el sonido del agua deviene minimalista, alejado del ruído blanco, y apenas perceptible allá donde el sonido tónico es el del tráfico.
Allí mismo comienza un paseo de agua entre dos pequeños chorros, envuelto en el siguiente entorno sonoro.


Nos alejamos entonces, mientras comprobábamos cómo el sonido del tráfico enmascaraba incluso el sonido de grandes fuentes en el medio del Passeig d'Isabel II, tal como sucede en la Gran Vía con Passeig de Gràcia y con Rambla Catalunya. Son fuentes que sólo son perceptibles cuando no hay tráfico, de modo que se podría decir que desde el punto de vista de la ecología acústica son inútiles.
Así llegamos a la Plaça de la Mercè, donde la fuente en uno de los laterales es marca sonora del lugar y concentra a la gente que pasa por allí y decide detenerse.
Primero grabé con el hidrófono, situándolo en la salida de un chorro de agua de forma lateral -este hidrófono consiste en nada más que un micro de contacto recubierto de Plasti-Dip, material resistente al agua-, de manera que produce un sonido algo más suave que si se coloca de frente a la misma.

Para colocar el hidrófono tuve que hacer algún equilibrio sobre la fuente, como unos días antes en la que hay situada en los Jardines de Rubió i Lluch -donde está la Biblioteca de Catalunya-. Esto lo podría solucionar con un alambre largo al que fijar la parte final del cable (o situándolo en una parte anterior, con lo que se podría utilizar como una caña de pescar).
La segunda grabación es del entorno sonoro de la fuente y estática. Además del agua se perciben los turistas del momento, que son lo más común en esta zona.
La tercera es una aproximación al sonido del agua desde el entorno sonoro de la plaza. Se aprecia en ella otra marca sonora, las campanas que dan las horas.
Nos acercamos luego a la Plaça del Duc de Medinaceli, que está al lado, donde también nos detuvimos a grabar en la fuente del centro.

Al marchar de allí fue objeto de comentario el que cuatro de los paseantes -Gerard, Montse, Blanca y yo- usamos la grabadora Zoom H2n, lo que tiene que ser fruto de una buena campaña de marketing, cuando parece ser que producen menos ruído interno las Tascam y una grabadora de similar precio es la Tascam DR-40. A un nivel y precio muy superior está la que parece ser la mejor de las grabadoras de mano, la Sony PCM-D100. No es de extrañar, cuando Sony es una empresa que siempre ha destacado por la gran calidad de sonido en todos sus productos.

Regresando al recorrido, entonces fuimos hasta la Plaça Reial, donde nos encontramos un entorno sonoro mucha más rico envolviendo el fondo sonoro del agua.
Ya con ánimos de finalizar e irnos a comer, fuimos por las fuentes en el final del Carrer de la Portaferrisa en las Ramblas, donde también hicimos brotar el agua y grabamos una aproximación y distanciamiento a la misma.
Es destacable el distinto sonido que obtenemos aquí del conseguido en la fuente para beber en la Ciutadella, tanto por el fondo sonoro muy diferente como por el propio sonido del agua, menos grave en este caso debido a la distinta superficie sobre la que cae. Así, si quisiésemos crear una situación de continuidad entre dos de estas pequeñas fuentes, primero se impone que el fondo sea común, sea de piedra o rejas de hierro, por ejemplo. En segundo lugar es necesario una cierta continuidad de la caída del agua sobre el fondo. Pero a pesar de esto, lo más difícil es la tercera condición, un fondo sonoro que sin ser común sea similar o que no se llegue a percibir al estar cerca del chorro de agua. Esto no sucedía en estos casos porque los chorros de agua no eran suficientemente fuertes, y también -por qué no decirlo- porque no preparamos ni hice la grabación demasiado bien.

Ya hambrientos, nos fuimos a comer y charlar un rato antes de continuar con el programa de tarde.

Actividades de tarde.


La jornada continuó en el Convent, donde descansamos un rato y escuchamos las grabaciones que habían sido enviadas los días anteriores.

Después llegó Eloisa Matheu y se hizo una pequeña charla acerca de la escucha desde distintas perspectivas. Ella la enfocó desde una aproximación autobiográfica, en relación con su trabajo como bióloga y especialmente como ornitóloga. Luego Blanca Rego nos relató su experiencia con la escucha de la lluvia.
Se debe destacar aquí la importancia de la participación femenina en la jornada. Tal como remarcó Pedro, sólo enviaron grabaciones para la sala de escucha mujeres. En los paseos, las personas con más conocimientos y experiencia eran ellas. La charla estuvo marcada por sus aportaciones -no sólo de Eloisa y Blanca. En otro caso, hubiera sido una jornada muy descafeinada -a excepción de la charla de José Manuel Berenguer-. Recuerdo de nuevo que entre los maestros en el campo de la ecología acústica y el arte sonoro destacan las maestras Hildegard Westerkamp y Pauline Oliveros y Beatriz Ferreyra, además de muchas que se me olvidan.
La última actividad fue una manipulación de grabaciones de agua por Marc Neurón.
Finalmente llegó Patxi Valera, quien hizo una breve presentación del aquófono, instrumento que inventó junto a un compañero y que suena por percusión de agua, por mímesis del sonido de la lluvia, Así, nos despedimos hasta la siguiente ocasión.

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